5/14/2018 EN LOS PEQUEÑOS DETALLESPor Javier Ibáñez “El que es honrado en lo poco, también lo será en lo mucho; y el que no es integro en lo poco, tampoco lo será en lo mucho”. Lucas 16:10 Los chinos tienen una filosofía muy interesante, cuando se trata del tema de la honradez, el respeto y la integridad de una persona, dicen: “Míralo en los pequeños detalles”. Eso es cierto, si vemos a una persona que miente e inventa cosas en su vida cotidiana, o alguien que si no le cobran en el bus no es capaz de pagarle al cobrador por voluntad propia, o solamente hace algo cuando lo están viendo porque cuando no lo ven no hace nada, eso nos da un buen indicio sobre cómo se maneja, como son sus costumbres o estilo de vida. Si así es en las pequeñas cosas, hay un gran porcentaje de que así sea en las grandes responsabilidades. El rey Salomón decía con sabiduría en: Eclesiastés 10:1 Las moscas muertas apestan y echan a perder el perfume. Así mismo pesa más una pequeña necedad que la sabiduría y la honra juntas.
Nuestra sociedad está infectada de muy malas tendencias, y lo peor es que las llamamos “criolladas”. Pero no es otra cosa que, como decía Salomón “moscas muertas que aparte de apestar, echan a perder el perfume del perfumista”. ¡No es criollada! La honradez, el respeto y la integridad son valores, e inclusive yo diría, virtudes que, al verlas acentuadas en una persona, generan confianza y nos dan una buena perspectiva de ella misma. ¿Quién no va a confiar en una persona que ha demostrado vivir bajo estas virtudes? En una sociedad llena de corrupción caen muy bien este tipo de personas. Es más, en los trabajos de coaching hoy en día se busca desarrollar estos valores en los líderes, y no importa el área en que se desempeñen, siempre se va a buscar honradez, respeto e integridad. Cuando se ve lo contrario en las personas, que no son honradas, que no tienen respeto, y que no son íntegras, a éstas se les cataloga como personas que tienen mala imagen. Indira Gandhi decía: “La gente tiende a olvidar sus deberes, y a reclamar sus derechos” Es hora de hacer una contra-cultura, comenzando por nosotros mismos, no podemos seguir ajenos a esta realidad, que nos está dando un mundo desconfiado. Parece paradójico, pero en la administración científica se están desarrollando cada vez más, los órganos de control, nuevos procedimientos, muchas innovaciones, ni que decir de la tecnología, solamente porque hay corrupción. ¡Adónde hemos llegado! Si en las pequeñas cosas decidimos cambiar y enseñamos a nuestros hijos que así debe de ser, tendremos un mundo diferente. Te dejo con este texto bíblico: Colosenses 3:10 Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo. Algo para pensar... en Reveracción. Comments are closed.
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